
El otro día bien había escrito:
"Cuando los latidos del corazón rebotan al intentar dormir, invaden tus oídos. Mueves la cabeza, la almohada y el sonido sigue. Como una tormenta infinita, como infinito es el insomnio y desvelo que la mente produce"
Pido unas horas de paz.
Sigo en el camino y voy deprisa, puede que sin rumbo. me persigue el pasado oscuro, ése que jamás seré capaz de dejar de revolver o que me revuelve. No lo sé.
Pido unas horas de paz..., en el camino.
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