La cabeza está está empezando a ver lo que el corazón y el alma esconden tras una inmensa cortina oscura, con un gran cartel de PROHIBIDA LA ENTRADA en colores brillantes.
La muerte no es un fantasma, es demasiado real, y, ahora la deseo más que nunca en toda mi existencia, tan solo tengo que abrir la puerta y dar los pasos.
He asomado la nariz varias veces, pero en todas ellas, he dado la vuelta. Ahora entraría como un auténtico ciclón, tranquila, serena y sin ningún ápice de miedo.
Para variar, hay un problema, el eterno problema, yo me iría pero aquí, en este supuesto "paraíso terrenal" habría unas consecuencias que implicarían a seres queridos, y la ética, la "conciencia" no me deja en paz.
¿Llegará el día en que las ataduras se conviertan en alas de libertad, esa libertad que tanto me hace falta????
Se me acaban las fuerzas, las que me hacen "fuerte" y "resistente" aunque sé que nunca las he tenido, tan solo ha sido la costumbre de tantos años, ya no me cuesta callarme y tragarme todo por muy duro que sea.
Te dije que nunca iría a tu funeral y he ido, el juego de la verdad apareció mientras que tú te ibas sin ni siquiera decir adiós. Esta vez...esta vez será la última. TE AMO
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