7/1/10

Mirada de calor


Terminado. Ya no tenemos que sentirnos más felices, más familiares, más festivaleros.... Hoy ya es día 7, vuelta a la normalidad o a la no normalidad.
Todos los años me digo que las Navidades no me van a afectar, ni para bien ni para mal, pero todas las Navidades me afectan.
A lo mejor es que soy un ser raro, no echo más de menos a quien ya no está, pues eso es el pan de cada día. Mi hermano está en mí, aunque siga sin acabar de entender dónde, y no hay 24 horas en las que no piense, sonría, llore y hable con él. Mi padre... es tema aparte, no estaba tan cerca de mí, pero está presente.
El problema es los que me quedan. No me quejo, faltaría, pero sigo siendo la pieza del puzzle que no encaja. Últimamente mis decisiones, mi vida, mi yo, hicieron cosas que me han puesto entre la espada y la pared, siento como si a veces tuviera que escoger entre mi vida y mi vida con ellos. Tienen todos los motivos del mundo para hacer lo que hacen (puede que yo también lo hiciese), sé que hasta tienen razón (cuando puedo verlo desde fuera) pero es muy duro estar con ellos, y que ni siquiera me vean.
Ayer estuve en casa de mi madre, nos reunimos unos cuantos, principalmente para disfrutar de la ilusión de ver cómo mis sobrinas (32 y 12 años) abrían sus regalitos (da igual la edad, sólo ver esos ojillos nerviosos disfrutando con lo que les regalan y regalando ellas, es suficiente motivo). En Nochebuena no estuve, me perdí la cena de "hermandad" a cambio de cenar sola  con mi marido (con el cual las cosas van y vienen...).
Y todo mereció la pena por mi pequeña sobrina, Candela, 12 años y todo amor. Es ya una persona, no vive lejos de mí, pero la veo poco, mucho menos de lo que quisiera. Y ella sí, estuvo conmigo y yo con ellla. Ahora que va siendo "mayor" puedo hablar con ella sin tapujos. Sabe que tengo problemas, sabe que algo me pasa, y lo sabe desde hace tiempo, pero sé que espera escucharlo de mis labios. Ayer le dije que quería quedar con ella, porque quería explicarle muchas cosas y su contestación fue una mirada de calor, sí, cuando quieras.
Necesito hacerlo, y ella lo sabe. Ha sido mi regalo de Reyes, el mejor.




Hoy dicen que va a nevar, sé que no voy a pasar frío......

4 comentarios:

emilio dijo...

Feliz de tu retorno por aquí, un abrazo para tí y otro para tu niña... espero que te encuentres mejor.

Anónimo dijo...

Hola precioso corazón. Hay una frase que a mi parecer tiene toda la razón del mundo :los amigos son la familia que uno escoge .La que tenemos ...no la hemos escogido y en algunos casos hay que hacer un esfuerzo por llevar las cosas lo mejor posible .Elegir supone pagar un precio que puede ser muy alto siendo tan sensible ,además del rencor,amargura, etc .No compensa.Estoy segura que habrá más miradas de calor . Búscalas. Al otro lado , aunque no nos veas , por lo menos de mi parte ya tienes otra...Un abrazo.

Reflexiones de Emibel dijo...

Aprender a convivir con los requiebros que da la vida es un ejercicio mental diario que va desgastando nuestra felicidad ó bien nos fortalece eternamente.

Te seguía a través del blog de Emilio y hoy me atreví a dejarte un comentario porque me gusó tu forma de expresar los sentimientos.

Un abrazo

Como te lo digo dijo...

Hola niña! ¿Qué tal te encuentras? ya he vuelto por estos lugares ejeje, os he echado muchísimo de menos!!

¿Que me he perdido? ¿todo bien? espero que si.

Ya me vas contando... cuidate guapa!

Muaaaa

MoMenTiLLos

VAMO'PA'LLÁ