Hoy es fiesta, así que se puede decir que tenemos dos domingos seguidos. No me gustan los domingos, me huelen diferente y hasta me ponen triste, no se por qué. Tendría sentido cuando después llega un lunes en el que tienes que trabajar, ir al colegio, universidad,... vamos que empieza una semana más. pero no es mi caso. Estudiar ya lo he hecho y trabajar, pues no trabajo. Quizás sea algo que me quedó de otro tiempos, pero quedó.
Hasta en eso voy al revés, contracorriente. Además antes me encantaba dormir la mañana, saber mientras que otros madrugaban yo tranquilamente descansaba, y ahora a las 7 de la mañana ya estoy como un búho, ojos abiertos y saltando de la cama como si algo urgente me esperase.
Y sí, la mañana cunde un montón, y mis planes son varios, quiero y debería hace cosas, a ver cómo se da el día.
En cuanto a mi estado estoy algo desconcertada. Estoy teniendo reacciones y sensaciones desconocidas, que me asustan. Sí, puede ser el nuevo tratamiento y se supone que en unos días (semanas) mi cuerpo se adapte... Subo y bajo como si estuviera en una noria, intento no darle más importancia de la que tiene, hay días buenos y días malos (al menos hay algunos buenos, antes no).
Además estoy en racha de averías: mi impresora en huelga, no funciona, ni el escáner, ni la grabadora del portátil (no graba DVDs, espero que no signifique un KO total), mi ordenador de sobremesa hace un par de meses que dejó de encenderse y hace un par de meses que me digo que lo voy a llevar a arreglar o mejor dicho a que le hagan un diagnóstico y saber si en el peor de los casos, le queden piezas "servibles" y que, con un presupuesto aceptable, pueda recuperarlo.
Sé que todo esto tiene arreglo pero no deja de fastidiarme.
En fin, Pilarín, que "la vida es así, no la he inventado yo" (anda que no tiene años la cancioncilla hortera)
A pesar de todo sigo peleando para mejorar. Llorar me alivia.
AUDIO: Hootie&The Blowfish. Let her cry (te echo de menos Vicen, por nosotros)
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