Dando rienda suelta a las teclas se puede empezar un párrafo. Los días están llenos de acontecimientos totalmente inesperados.
Duele ver sufrir en silencio, y es lo que estoy viendo. Duele no saber cómo ayudar, duele que tan solo puedas intentarlo, duele estar perdido en las formas.
Demasiadas imágenes vistas y guardadas que de repente vuelven, con otros protagonistas, bastantes años después, con el mismo sentimiento.
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