Noche pésima, sin apenas dormir, y lo poco dormido como si no.
Día azul, playa en breve. Apetencia ... poca, pero tengo, debo hacerlo. Quedarme aquí a lamerme las heridas nocturnas, a fusilar mi mente, no es avanzar.
El viernes psiquiatra, creo pero esperanzas pocas. Esta vez la agorafobia ha vuelto con una fuerza increíble, y tendré (como siempre) que pelear hasta más allá de mis fuerzas. 21 años así y sigue insistiendo. Ya no sé a qué recurrir.
Música en mis oídos y pa'lante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario